viernes, 20 de julio de 2012

Libertad religiosa en las escuelas


Al lado de la familia y en colaboración con ella, la escuela ofrece a la catequesis posibilidades no desdeñables. En los países, cada vez más escasos por desgracia, donde es posible dar dentro del marco escolar una educación en la fe, la Iglesia tiene el deber de hacerlo lo mejor posible. Esto se refiere, ante todo, a la escuela católica: ¿Seguiría mereciendo este nombre si, aun brillando por su alto nivel de enseñanza en las materias profanas, hubiera motivo justificado para reprocharle su negligencia o desviación en la educación propiamente religiosa? ¡Y no se diga que ésta se dará siempre implícitamente o de manera indirecta! El carácter propio y la razón profunda de la escuela católica, el motivo por el cual deberían preferirla los padres católicos, es precisamente la calidad de la enseñanza religiosa integrada en la educación de los alumnos. Si es verdad que las instituciones católicas deben respetar la libertad de conciencia, es decir, evitar cargar sobre ella desde fuera, por presiones físicas o morales, especialmente en lo que concierne a los actos religiosos de los adolescentes, no lo es menos que tienen el grave deber de ofrecer una formación religiosa adaptada a las situaciones con frecuencia diversas de los alumnos, y también hacerles comprender que la llamada de Dios a servirle en espíritu y en verdad, según los mandamientos de Dios y los preceptos de la Iglesia, sin constreñir al hombre, no lo obliga menos en conciencia.
Pero me refiero también a la escuela no confesional y a la estatal. Expreso el deseo ardiente de que, respondiendo a un derecho claro de la persona humana y de las familias y en el respeto de la libertad religiosa de todos, sea posible a todos los alumnos católicos el progresar en su formación espiritual con la ayuda de una enseñanza religiosa que dependa de la Iglesia, pero que, según los países, pueda ser ofrecida a la escuela o en el ámbito de la escuela, o más aún en el marco de un acuerdo con los poderes públicos sobre los programas escolares, si la catequesis tiene lugar solamente en la parroquia o en otro centro pastoral. En efecto, donde hay dificultades objetivas, por ejemplo cuando los alumnos son de religiones distintas, conviene ordenar los horarios escolares de cara a permitir a los católicos que profundicen su fe y su experiencia religiosa, con unos educadores cualificados, sacerdotes o laicos.
Ciertamente, muchos elementos vitales además de la escuela contribuyen a influenciar la mentalidad de los jóvenes: asuetos, medio social, medio laboral. Pero los que han realizado estudios están fuertemente señalados por ellos, iniciados a unos valores culturales o morales aprendidos en el clima de la institución de enseñanza, interpelados por múltiples ideas recibidas en la escuela: conviene que la catequesis tenga muy en cuenta esta escolarización para alcanzar verdaderamente los demás elementos del saber y de la educación, a fin de que el Evangelio impregne la mentalidad de los alumnos en el terreno de su formación y que la armonización de su cultura se logre a la luz de la fe. Aliento pues a los sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares que se ocupan de ayudar a estos alumnos en el plano de la fe. Por lo demás, es el momento de declarar aquí mi firme convicción de que el respeto demostrado a la fe católica de los jóvenes, incluso facilitando su educación, arraigo, consolidación, libre profesión y práctica, honraría ciertamente a todo Gobierno, cualquiera que sea el sistema en que se basa o la ideología en que se inspira.


Juan Pablo II, Catechesi Tradendae, 1979, Roma, p.69

Entrevista a Silvia De Aboitiz, Directora del Instituto Modelo Esteban Echeverría

Silvia de Aboitiz, Profesora de Historia, estudió en el Profesorado Antonio María Saenz de Lomas de Zamora, y desde los 21 años trabajó como Profesora de Francés, Educación Cívica e Historia en diversas instituciones educativas de la Provincia de Buenos Aires. En 2010, asumió el cargo de Directora en el Instituto Esteban Echeverría de Lomas de Zamora, lo cual fue y sigue siendo un desafío permanente.


¿Qué lugar considerás que tiene la educación en la vida del adolescente, en tanto que les permite desarrollar sus capacidades?

Creo que la educación, no sólo en la vida de un adolescente, sino en la vida de una sociedad es fundamental para desarrollar las capacidades individuales. Es el ámbito, la escuela, de reflexión, de detenerse a pensar en uno mismo, en sus capacidades, deseos, sueños. Creo que el adolescente está siendo bombardeado por la tecnología, los medios, los modelos efímeros, y la escuela, no es sólo el lugar donde se transmiten conocimientos, es el oasis donde ellos pueden pensar quiénes son y qué desean hacer con sus vidas.

¿Te parece importante que la educación dé al alumno la posibilidad de expresarse y manifestarse? ¿Por qué?
La educación escolar no sólo se enmarca en un diseño curricular con contenidos y expectativas que deben ser alcanzados, debe darle al alumno la posibilidad de expresarse. Reitero, que en un mundo cambiante, descartable y light, es en la escuela donde ellos encuentran los momentos para analizar determinadas situaciones, reflexionar, pensar y repensar, desarrollar el juicio crítico y valorativo para que puedan tomar decisiones sobre sus propias vidas.

¿Estás convencida de que la educación fomenta el desarrollo de la persona y especialmente su libertad?
La educación, que comienza en el seno familiar, es la base para el desarrollo integral de una persona y de una sociedad. Una persona educada, formada en un ámbito de libertad, conciente de que dicha libertad debe estar enmarcada en la responsabilidad, una persona que ha adquirido hábitos, conocimiento, estrategias, que piensa por sí misma, jamás podrá ser manipulada.

¿Qué actividades crees que invitan al adolescente a expresarse libremente dentro del ámbito escolar?
Dentro del ámbito escolar, en muchas ocasiones, los adolescentes dicen NO a cualquier propuesta que se realice desde la escuela, pero mi experiencia personal me ha demostrado que a pesar de esta actitud rebelde inicial, hay que proponer o dejar que ellos propongan actividades que favorezcan su desarrollo, siempre en un ámbito de libertad pero con límites claros y precisos. Creo que se deben generar espacios para que los adolescentes participen respetando su individualidad, las actividades deben ser teniendo en cuenta distintas áreas: competencias deportivas, debates, organización de proyectos solidarios relacionados y dirigidos a su comunidad educativa. Los adolescentes deben ser incentivados a aceptar desafíos y sostenerlos a través del tiempo, no rendirse. Siempre intento que mis alumnos participen en actividades en las que puedan desarrollar sus capacidades individuales, creo que cuando uno demuestra que confía en ellos y acompaña su accionar, los resultados son excelentes. Considero que las escuelas deben generar salidas educativas, ofrecer al adolescente acercarse a otras realidades (teatros, conciertos, lugares de esparcimiento, etc), realidades a las que ellos no accederán por sus propios medios o por sus familias. Estas experiencias acrecientan sus conocimientos y los enriquecen como personas. Las salidas educativas les permiten compartir el tiempo con sus compañeros en otros ámbitos que no son los ámbitos usuales y favorecen el vínculo no sólo entre ellos, sino también con sus docentes.





sábado, 16 de junio de 2012

Proyecto de ley de educación inclusiva


Artículo 1º -Definiciones- : A los fines de la presente ley:   

Personas con necesidades educativas especiales (NEE): Son aquellas que presentan alteración parcial o total y o limitación funcional, permanente o transitoria, originadas en causas físicas, psicológicas, sensoriales, sociales o familiares y que, por lo tanto, requieren ayudas o recursos que no están usualmente disponibles en un contexto educativo habitual. 

Educación inclusiva: Es una opción educativa que permite potenciar el desarrollo y el proceso de escolarización atendiendo y respetando las necesidades y la diversidad de nuestra sociedad. Además, supone la posibilidad concreta de las personas con NEE de acceder y  participar activamente de las actividades de la Escuela Común. 

Artículo 2º -Derechos-: 

Las personas con NEE, tienen derecho a cursar los estudios de los diferentes ciclos en las modalidades de escuela común. Sin perjuicio de ello, pueden hacerlo en establecimientos de educación especial, ejerciendo la opción por sí mismas, sus padres o tutores legales.   

Artículo 3º -Sujetos-: 

La educación inclusiva tiene por sujetos directos tanto a las personas con NEE, como a las personas que no lo manifiestan, e involucra a todos los integrantes de la comunidad educativa. 


Para leer el Proyecto de Ley completo, visite la fuente: Acceso ya

Escuela inclusiva



Fuentes: Semanario RegiónEdurec BlogInclusión Internacional